El reciclaje tecnológico del sistema educativo para las clases del futuro

Es bien conocido que el sistema educativo lleva varios años subido a la digitalización para afrontar casuísticas concretas o para dar soporte a la educación en el trámite de determinados documentos. No obstante, aún no tiene una integración completa para afrontar situaciones de teleeducación o soporte integral al alumno, como ahora viene siendo necesario.
 
Alumnos y profesores tienen herramientas de apoyo para ayudarse en las clases, ejercicios y soluciones para su descarga o presentando la ficha del alumno para los tutores legales, pero no se ha desarrollado aún ese cambio profundo que abarque todas las necesidades de igualar una educación presencial. Se trata de sustituir los modelos de enseñanza habidos, una idea que parte de entender que el sustento no debe ser solo la tecnología existente hoy, sino también la que pueda venir en el futuro. Los nuevos modelos de educación van de la mano de la evolución del país.
Ya se han efectuado diversos experimentos con realidad virtual, blockchain o incluso inteligencia artificial, mas los resultados concluyen que aún disponemos de una madurez digital baja en el sector de la educación, haciendo que hace que el empleo de esas tecnologías no se pueda extender aún.

Adaptación reglada y fugaz

El estado de alarma y correspondiente confinamiento provocado por el coronavirus, ha conducido a alumnos y profesores a una adaptación y unos nuevos hábitos que los han instruido a la necesidad de potenciar esta materia de digitalización para el futuro. Se prevé que el impulso de estos procesos de innovación educativa ahora serán un punto prioritario en la enseñanza.
De hecho, las empresas que se dedicaban a desarrollar tecnología relacionada con la educación han ido ganando enteros y relevancia durante estos últimos meses. Plataformas como Google Classroom ha incrementado el número de suscritos en porcentajes impensables, lo que nos lleva a que se producirán investigaciones para el avance de estas tecnologías. La realidad virtual y el blockchain son las herramientas principales sobre las que basarse para potenciar las necesidades que la enseñanza demandará en el nuevo prototipo educativo.
Hoy en día, la tecnología de las aulas consiste básicamente en el uso del correo electrónico, abrir clases virtuales vía aplicaciones web y establecer videoconferencias.

Ventajas e inconvenientes de la tecnología en la educación

La mayor ventaja con la que cuenta la tecnología aplicada en la educación es que se nos abre un horizonte en blanco sobre el que se puede sintetizar un nuevo modelo educativo más sólido y versátil. Se debe afianzar que el aprendizaje ahora se guiará con nuevos modelos donde priorice la flexibilidad de situaciones y horarios sin pérdida de calidad.
La desventaja más notoria es que se requiere que todo el personal y alumnado que tenga que operar con dicha tecnología deberá ostentar un grado de madurez inexistente en la actualidad en la mayor parte de dicho colectivo.
Lo que el futuro nos avanza
El futuro dibuja un horizonte donde la enseñanza se globalizará, permitiendo que los colegios impartan a distancia de forma eficaz y sostenible.
Existirá también sesiones presenciales para laboratorios, educación física o incluso materias comunes, más de una forma mucho más liviana a como se está produciendo ahora.
La comunidad educativa vivirá conectada en un ecosistema donde el conocimiento y la información manará de forma mucho más directa y eficaz.

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