Nueva iniciativa en Sevilla de reconvertir los pisos turísticos para satisfacer una labor social
Si la crisis sanitaria ocasionada por el coronavirus nos ha enseñado algo es que hay que reinventarse. Eso mismo está pasando con los apartamentos turísticos en Sevilla, que tras el brote del COVID19, han tenido que reciclar su actividad de alojamiento para satisfacer una importante función social. Y es que, van a ofrecer sus pisos, ahora libres de alquiler por la falta de turistas, a los distintos colectivos sanitarios y trabajadores más expuestos por el desempeño de sus labores profesionales.
El gremio de los alquileres turísticos ha sufrido una caída casi total de sus reservas siguiendo el camino del sector hotelero y de las agencias de viajes. Es ahora cuando más se necesita de ese altruismo por parte de todos, tal y como hizo Rafael Carrión con sus siete apartamentos turísticos de la Plaza de San Gil.
Al inicio del estado de alarma, el turismo en Sevilla -al igual que en el resto de España- cayó hasta desaparecer del todo. Rafael se encontró con sus apartamentos vacíos y, que tras pasar un par de semanas y ver cómo la cosa se complicaba más en temas sanitarios, sacó la conclusión acertada que los tendría vacíos durante muchos meses más. Es por ello que apostó darles una salida social, ya que no iba a generar ingresos con ellos: alojar a los profesionales de los sectores que trabajaban allí y que estaban más anexos a la pandemia para que los ocuparan si les hacía falta, totalmente gratuito.
Y es que, muchos profesionales del sector sanitario llegaron a Sevilla como refuerzo, trabajadores puntuales para afrontar la súbita escalada de contagios que se sufrió en abril. Así mismo, también estaba el colectivo de enfermeros y médicos residentes que, si bien trabajaban ya allí, prefirieron no alojarse en sus casas con sus familias para evitar posibles contagios.
También ha habido un grupo de trabajadores desplazados a la ciudad para desempeñar determinadas labores no esenciales, pero sí necesarias, que se encontraron con el problema de estar los hoteles cerrados y sin posibilidad de encontrar pisos en alquiler. Por fortuna, también pudieron ser alojados bajo esta modalidad llevada por Rafael, aunque a este colectivo sí se le estipuló un pago (mucho menor que el habitual para la temporada alta que corresponde).
Protocolo de protección e higiene
Este servicio de alojamiento gratuito se ha enmarcado bajo un protocolo de protección e higiene estrictos, sobre todo cuando hay un cambio de inquilino. Lo primero es dejar pasar varias horas antes de dejar pasar al siguiente inquilino, procediendo con una desinfección exhaustiva de cada habitación, muebles, puertas, paredes y utensilios tales a sábanas y toallas.
Se prevé que la actividad de los alojamientos turísticos sea la primera en recuperarse, antes que los hoteles y albergues, sobre todo cuando a la población nacional se le permita los viajes interprovinciales.
Condiciones más duras para los hoteles
Los hoteles tardarán más en abrir debido a que comparten zonas comunes con los distintos visitantes.
Hoteles emblemáticos y ubicados en sitios con encanto, donde el diseño de las habitaciones y la decoración está muy cuidada, requieren de unas labores de desinfección muy extensas y complejas para una posible reapertura. Además, la clientela suele ser casi siempre extranjera, un tipo de turismo que tardará mucho tiempo en regresar, ya que lo prioritario ahora en los viajes es la seguridad.
En las condiciones actuales, pocos hoteleros van a poder abrir sus puertas, pues no empezarán a ser rentables hasta que se permita el desplazamiento entre provincias y -sobre todo- entre países.
Y no olvidemos el temor que se ha ido asentando en las familias de toda Europa de pernoctar fuera de su casa. Los primeros que quizás se atrevan serán los más jóvenes, con menor poder adquisitivo y que acudirán a hoteles y apartamentos de más bajo coste.