La OMS avisa que el coronavirus puede ser endémico y no irse nunca, como el sarampión

El reciente virus del COVID-19, llamando comúnmente como coronavirus, puede llegar a convertirse en un virus endémico, o lo que es lo mismo, estar presente siempre y no llegar a irse nunca. Así lo afirmó ayer el director de Emergencias Sanitarias en la Organización Mundial de la Salud (OMS), Mike Ryan.

Ya vamos por casi cinco meses desde que el brote se inició en China para propagarse por el resto del mundo a casi todos los países, incluso los menos habitados como las Islas Feroe, Andorra o Ciudad del Vaticano. Ahora se evalúa la capacidad que tenemos de erradicarlo, de hacerlo desaparecer de la faz de la tierra, y es aquí donde se establece que podría ser un compañero más como el sarampión o el temible VIH. Son virus que solo pueden ser controlados para que casi desaparezcan, aunque rebrotarán de forma estacional y siempre estarán ahí, conviviendo con nosotros.

Conocer durante cuánto tiempo seguirá circulando tal y como lo está haciendo ahora es complejo debido a que los primeros estudios aún son poco relevantes al haber un porcentaje muy escaso de la población infectada. Ese porcentaje incluye a grupos de personas que desconocían haber estado contagiadas por el coronavirus (asintomáticos) o bien porque los síntomas que presentaron fueron tan leves que no le dieron relevancia. No obstante, sí han producido anticuerpos.

Descubrir la vacuna

La esperanza de una vacuna a corto plazo es aún un hecho muy incierto. Además, su efectividad no solo consistirá en descubrirla, sino en que debe tener un índice de eficacia muy alta, estar disponible para toda la población de todo el mundo y que pueda ser utilizada de forma masiva.

Reaperturas de fronteras

La OMS comentó que la reapertura de fronteras que se inicia dentro de escaso tiempo en algunos países centroeuropeos, tras levantar las medidas de cuarentena social, consistirá en un tránsito terrestre fácil y controlable, al menos en esta primera fase de implantación.
Se ha dictaminado que cada país debe evaluar al país con el que se entra en contacto para la apertura de la frontera y comparar que tenga un índice de riesgo por coronavirus similar y que sus medidas de control sean equiparables a las habidas en la nación. Ante esa igualdad, se supone que ningún país correría más riesgo. Así, a modo de ejemplo, si un país tiene un índice de contagio del 0.5% y el país anexo con el que se quiere negociar la apertura de fronteras posee uno del 0.4%, si tienen ambos una normativa sanitaria similar, se entiende que no hay riesgo añadido en ningunos de los países porque la gente viaje entre ellos.
Con todo ello, se pronostica que los viajes y el comercio se reanude en breve, sobre todo comenzando entre los países limítrofes y de igual riesgo. Otra cosa es los viajes en avión, donde se tendrá que evaluar con más detenimiento los valores del país adonde se va o de donde viene el vuelo, además de las escalas que pueda hacer. No es igual controlar una frontera terrestre que una aérea.
La OMS trabaja actualmente con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo IATA en unas directrices para que las compañías aéreas contemplen reanudar sus operaciones lo antes posible, dando también a los países una guía informativa de los valores que deben evaluar para controlar dichos vuelos.

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