En IKEA las siestas ya no están de moda.
A los clientes chinos se les han acabado las siestas en los sofás de los centros comerciales del gigante sueco IKEA. Éstos usuarios eran asiduos practicantes de la siesta en cualquier producto expuesto, que diera la talla, no solo una siestecita sino dormir a pierna suelta. Dicho así suena un poco a reproche, pero todo ésto es debido a la costumbre de los consumidores del gigante asiático “antes de comprarlo pruébalo”. Siempre teniendo en cuenta que China es el mayor consumidor del mundo.
La costumbre de probarlo todo, no sólo se ejerce esporádicamente cuando éstos consumidores pasan por allí mirando, sino que varios miembros de la familia se llegan al centro IKEA, en pijama para disfrutar de un sueño largo! si no como van a probar una cama o un sofá solo con sentarse¡.
El fenómeno social, tomó tal magnitud, que personas entrevistadas nos decían “venimos aquí porque nos sale más barato que estar en casa y además estamos más cómodos”.
La prohibición ha molestado a los consumidores, ya que según ellos; no molestábamos a nadie, veníamos a leer el periódico, charlar o echar una siesta.
Cuando la empresa sueca se instaló en China, fue un revulsivo la invitación a la población a que probases todos los elementos expuesto en sus centros comerciales. Desde un punto de vista social, ésta invitación se les ha ido de las manos ya que creían que el consumidor chino no se iba a tomar tan en serio el eslogan y hayan convertido los centros comerciales chinos en su segunda casa.
Varias iniciativas del grupo IKEA han tenido que ser retiradas por la misma causa. La filosofía china sobrepasa las expectativas del gigante sueco.