Consejos para incrementar la productividad de tu empresa
Publicado hace 4 años
La competencia es el dogma que mueve a las empresas para mejorar sus aptitudes e incrementar así su productividad. Buscar la forma de diferenciarse y marcar tendencia es la constante que todos los empresarios intentan explotar. El cómo lograrlo es lo complicado, pues si bien hay algunos que lo logran por el camino de la financiación, otros los realizan mediante impulsos de voluntad por parte de todo el equipo de la empresa.
No obstante, existe una serie de guías genéricas y válidas para cualquier sector empresarial que garantizan una mejora de la productividad. Conocerlas y aplicarlas de forma debida es la clave para poder ver resultados palpables y consistentes pues, aunque son de fácil aplicación y de fundamento rutinario, requieren de cierta constancia por parte del tejido empresarial.
Dichas medidas a aplicar son:
Alíate con el software para todo lo que puedas
Las aplicaciones informáticas que hay en el mercado son -y deben ser- uno de los principales pilares sobre el que fundamentes tu empresa. El uso de ordenadores y programas conforman una simbiosis perfecta para gestionar multitud de procesos que serían mucho más engorrosos de hacer de forma manual. Esto lo sabemos y casi todas las empresas están ya informatizadas y poseen software de gestión, mas… ¿y programas de control de la producción?
Estos programas se emplean para detectar dificultades y trazar medios con los que salvarlas. Son procedimientos automatizados idóneos para medir la producción del negocio y proponer la mejor solución para mejorarlo. Emplean algoritmos de cálculo de probabilidades e incluso, inteligencia artificial.
Innovarse o morir
Para destacar sobre la competencia hay que buscar métodos válidos para hacer evolucionar todos los aspectos posibles de la empresa.
Siempre se puede buscar nuevas soluciones más optimizadas, modernizar lo habido, simplificar procesos y, en general, mantener lo que se tiene para mejorarlo. Reciclarse es un método que muchas empresas emplean con sus trabajadores, haciéndoles trabajar con la mentalidad de que estén siempre al tanto de lo nuevo.
Buscar dónde están los fallos
Buscar y encontrar cuáles son los procesos que van más lentos o que funcionan peor que el resto es una prioridad que se debe alimentar de forma continuada.
Hay que ubicar dónde están los procesos que son más paulatinos y analizar el porqué de esa circunstancia, buscando de forma simétrica posibles soluciones (si es que las hay).
Trazar objetivos a medio-largo plazo válidos
Marcar un objetivo es quizás la mejor forma de analizar la productividad, sobre todo si se mantiene de forma constante y con objetivos realistas.
Con el paso de los meses, podrás cuantificar los resultados para ver si los métodos empleados están dando resultado o si, por el contrario, están ralentizados. Digamos que focaliza las posibles fallas y dónde debes centrarte para prosperar el negocio.
Mantén una comunicación óptima
Que la empresa goce de una comunicación buena en todos sus estamentos es primordial para localizar problemas de cualquier tipo que puedan afectar al rendimiento en general.
Si bien todos estos consejos con solo una base, a partir de ellos se puede desgranar otros tantos más focalizados al sector o tipo de empresas que integras. Hay que tener presente que la motivación de todo el tejido empresarial es primordial para que el rendimiento suba.
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