Convierte tu salón en una sala de cine
Luego de casi 60 días de confinamiento total y parcial a causa de la
pandemia del coronavirus, la lista de prohibiciones que hemos sufrido la
sociedad es bastante larga, entre ellas, el cine. No hay ni una sala abierta al
público y no abrirán hasta -como mínimo- el mes de junio, rompiéndose ese
hábito de ocio que muchos ansiaban al llegar el viernes o el sábado de hacerse
con la entrada de esa película que querían ver junto a sus amigos, comprarse el
cubo de palomitas y el refresco, y disfrutar de una tarde-noche tranquila.
La alternativa que hoy en día se está moviendo mucho es el uso de los
servicios de streaming para poder ver todo tipo de películas y series desde el salón
de nuestra casa. No en vano, el acceso a las principales de ellas (Netflix, HBO
y Amazon Prime) se incrementó en un 60% durante estos días de confinamiento. La
facilidad que hay de poder verlos en casi cualquier dispositivo es un valor
añadido que estos servicios conceden, un hecho que, sin embargo, puede quedarse
corto. ¿Por qué no hacerlo a lo grande?
Proyectores de vídeo
Si tu salón tiene una distancia aceptable par atener un proyector de cine, no
lo dudes y embárcate en su compra. No te defraudará.
Lo primero que necesitas es una pared blanca o una buena pantalla donde
proyectar, y -obviamente- el proyector. Distribuir el espacio en el salón será
luego el otro trabajo a hacer, mover sofás y sillones para obtener el mayor
espacio posible entre la pantalla y el asiento.
El proyector a elegir hay que intentar buscar que tenga diversas soluciones
en sus entradas y salidas, esto es, que soporte HDMI, USB, AV y VGA (por si
acaso, aunque este no se usa casi apenas). Además, intentar que soporte salida
de audio digital y -por alcanzar ya el culmen- que permita integración con el
móvil para controlarlo.
Las pantallas suelen ser una solución idónea porque se recogen al enrollarse
sobre sí misma, además que las podemos sacar a jardines o balcones si quisiéramos.
Lo primero a mirar de una pantalla es su tamaño en pulgadas. Tenemos que
comprar una que nos vaya bien al salón, pues de nada sirve tener 80 o 90
pulgadas si la distancia con el proyector es de cuatro metros.
También hay que tener presente el material con el que está hecho, pues cada
superficie ofrecerá mejores resoluciones de negros y blancos, resultando en un
mejor visionado.
Equipo de sonido
Ya tenemos el ambiente visual satisfecho con el proyector… y ahora nos toca
completar el sonoro.
Para ello, nada mejor que la instalación de varios altavoces satélites en
el perímetro del salón para transmitirnos esa sensación de ambiente tan
codiciada.
La calidad de sus altos y bajos, así como la potencia de sus decibelios son
los datos prioritarios a la hora de elegir unos. Luego podrás fijarte si además
incluye control por móvil, sus directrices de conexión extra, etc.
Máquina de palomitas vintage
Sí, sabemos que existen las palomitas de bolsa que se hacen en tres minutos
al microondas, pero… ¿y el ambiente cinéfilo?
Y no queremos olvidarnos de la salud, ni mucho menos. Es por ello que hay
algunos modelos que conservan la típica forma sesentera y que -además- cocina
las palomitas sin aceite ni mantequilla, haciendo uso solo de caire caliente.
Bonito y sano.
¿Y tú? ¿Ya tienes tu cine en casa?