Noticia actual: Protocolo para saber cómo desinfectar de coronavirus el patrimonio cultural sin provocar daños
Protocolo para saber cómo desinfectar de coronavirus el patrimonio cultural sin provocar daños
Publicado hace 4 años En plena crisis sanitaria y con el mandato de desinfectar toda área donde se ofrezca servicios a la ciudadanía, la higienización se lleva cabo varias veces en el mismo día con minuciosidad para evitar contagios. Autobuses, taxis, cafeterías, bares, coches de autoescuela, bibliotecas… y los centros de cultura. Los museos y las zonas donde se aloja un patrimonio cultural ostentan obras de arte que requieren también ser tratadas y desinfectadas.
Es por ello que la Unidad Militar de Emergencias UME y el colectivo de restauradores del Ministerio de Cultura han redactado un modo de actuación para ejecutar esta desinfección, y es que, limpiar obras de arte o edificios emblemáticos implica tener un cuidado especial con los productos que se vierten, pues los desinfectantes al uso que matan al coronavirus también les puede ocasionar daños irreparables.
Cualquier producto cuya química sea derivada del cloro o las lejías es especialmente corrosivo para casi cualquier material, como puede ser la piedra o el metal. Es por ello, que en dichas superficies no se debe emplear, confirmó Ángel Luis de Sousa, el coordinador del Plan Nacional de Gestión de Riesgos y Emergencias en el patrimonio cultural.
A modo de ejemplo, los restauradores de la UME hicieron una demostración práctica sobre cuál era el proceso para limpiar los accesos de un edificio calificado como patrimonio cultural: el Palacio de Bibliotecas y Museos, un lugar que comparte el Museo Arqueológico Nacional y la Biblioteca Nacional en Madrid, sito en el Paseo de la Castellana, en Madrid. Es una construcción de estilo neoclásica y tipificada como Bien de Interés Cultural, cuya edificación se produjo a finales del siglo XIX.
Los grupos de la UME son dirigidos siempre por un técnico de conservación, que es quien dictamina que todos los procesos se están llevando acorde al plan. Dos de esos grupos limpiaron el perímetro exterior del edificio, incluido las escaleras, barandillas y toda superficie de acceso, dejándolo limpio y saneado de virus de cara a su inminente apertura cuando se pase a la Fase 2 de la desescalada.
El proceso de limpieza transcurre por limpiar primero todas las superficies con agua para eliminar la suciedad típica del entorno polvo, como es el polvo, la tierra, excrementos de pájaros o similares. A continuación, se rocía la superficie con un desinfectante compuesto de un 70% de etanol, la misma composición que podemos encontrar en los geles hidroalcohólicos. Este segundo proceso debe realizarse ataviado con mono de protección y mascarilla para evitar inhalar durante mucho tiempo prolongado los alcoholes del producto.
La periodicidad de estos procesos de limpieza dependerá en gran medida de la afluencia de público, horarios de apertura y nivel de contagio que el Ministerio de Sanidad vaya informando.
La actuación se prolongó durante toda la mañana, basándose en una guía de recomendaciones básicas que el Instituto del Patrimonio Cultural de España IPCE elaboró y distribuyó al inicio de la pandemia. En ella, se recogen las principales pautas de trabajo para desinfectar cualquier bien cultural protegido. Para la UME, este manual y la consecuente actuación han sido algo sin precedentes que no se ideó ni en la anterior pandemia de la Gripe A, lo que indica la alta concienciación y sensibilidad que se está teniendo.
Entre las recomendaciones se desaconseja que se fumiguen museos, iglesias o salas de exposiciones, así como evitar usar líquidos corrosivos tales a la lejía, ya que sus daños pueden ser irreversibles.
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