La transformación de las escuelas tras el coronavirus
Aún se está barajando múltiples ideas de cómo será el próximo curso lectivo (o incluso el actual en algunos territorios), mas todos coinciden en que los colegios e institutos se transformarán de forma notoria.
Este protocolo de futuro para los alumnos vendrá de la mano de otros tantos en el área del aprendizaje que todos los centros educativos deberán ir reglando en menor o mayor medida. Así, por ejemplo, el nuevo modelo educativo normaliza la educación personalizada, con un descenso sustancial en los aforos por cada clase.
El cuándo se aplicará la nueva normativa ya tiene fecha, septiembre, y quien la deberá fundamentar y aplicar, las comunidades autónomas. Esos son los plazos dictaminados por el Gobierno a expensas de los posibles escenarios que aún están por llegar, tres horizontes que van desde el descubrimiento de una vacuna a mantener el virus bajo control, pasando por el peor de los casos en el que se produzcan brotes, con el consecuente cierre de las aulas, como ha sucedo en algunos países de Europa ya.
El Gobierno sea ocupado ya de redactar un guion de normas a respetar, pendiente aún de ser revisado y completado por lo que dictamine la OMS y el resto de ministerios europeos, y es que, se está buscando normalizar este método a todos los países miembros para ir remando todos hacia una misma dirección.
Las nuevas clases en la era post coronavirus
Basándose en lo expuesto en ese borrador provisional, las nuevas clases serían como sigue:
- Los alumnos ya no podrán llevar esas mochilas cargadas de libros y cuadernos. Los centros educativos tratarán de limitar al máximo que se traigan objetos de fuera para acotar posibles fuentes de contagio.
- Se establece que los alumnos deberán tomarse la temperatura antes de salir de casa.
- Camino hacia el autobús o el colegio, no se deberá portar auriculares, balones o cualquier otro objeto innecesario para la labor educativa y que pueda ser un foco de infección.
- El acceso al centro se realizará de forma escalonada ya diferentes tramos horarios según las clases y cursos, evitando así aglomeraciones.
- Los niños más pequeños ahora accederán de forma independiente, sin sus padres al lado, que deberán permanecer en la entrada.
- Todos los alumnos deberán ir con mascarillas.
- Si es posible, se recomienda que el alumno vaya andando a la escuela o en bicicleta en lugar del autobús.
- Los autobuses tendrán un protocolo estricto de desinfección y que los alumnos se sienten en zigzag y nunca juntos.
- Los padres solo podrán acceder al centro educativo cuando el tutor así lo convenga tras una cita establecida previamente.
- Habrá vinilos y pinturas indicativas en suelos para orientar a los niños en todo momento.
- Nada más acceder al centro, los alumnos deberán limpiarse las manos con agua y jabón o con gel desinfectante que se dispondrá para tal efecto en las entradas y en varias zonas comunes.
- Los baños eliminan los secadores de aire caliente e impondrán áreas de espera.
- Se reducirá el número de alumnos por aula, estableciendo que cada silla esté a dos metros de distancia de cualquier otra. Esto implica que, para mantener al mismo número de alumnos, se tendrá que abrir nuevas aulas.
- Se prohibirá compartir material escolar entre alumnos y profesorado. Procesos como salir a la pizarra, intentarán evitarse en la medida de los posible, desinfectando el portatizas antes de cada uso.
- Mesas grupales para labores de equipo deberán evitarse y usar métodos alternativos en los que se garantice la distancia social de 2 metros.
- El recreo implicará que puedan jugar pequeños grupos de alumnos que se establecerán según distintos criterios.
- En el patio quedará prohibido cualquier tipo de juego en el que implique cercanía entre alumnos. Juegos como el fútbol, por ejemplo, quedarán vetados.
- En los comedores, se establecerán turnos de comida para garantizar que todos comen de forma individual y con separación suficiente entre cada comensal.
Medidas específicas de cada región
Además de los puntos expuestos, de ámbito genérico, hay otros que serán reglados por cada autonomía en base a lo que consideren más oportuno. Así, por ejemplo, Euskadi y La Rioja han estipulado que la mascarilla sea obligatoria en todos los alumnos y a todas horas, es decir, incluso estando dentro de la clase. Galicia y Baleares, por el contrario, no contempla que sea necesario llevarla más allá de en el recreo y en las entradas y salidas.
Donde sí coinciden todos es en proceder con aireados de aulas y desinfecciones de todo tipo de elementos (pomos, sillas, ventanas) con diligencia y frecuencia.
Los gimnasios, que serán los grandes perjudicados al considerarse los deportes de equipo como un foco de alto riesgo de contagio, se convertirán en aulas improvisadas para albergar a más alumnos de otras clases cuyo aforo ya haya sido alcanzado.
Países como Dinamarca, han implantado un método organizativo en los recreos basado en formar grupos de estudiantes fijos de hasta seis, de forma que estarán siempre los mismos en dicho grupo. Se les permitirá jugar juntos y hacer en comunión todo lo que deseen, pero siempre siendo los mismos, de forma que, si sucede un contagio, es más sencillo aislar el foco.
Sobre los juegos que se podrán practicar en el patio aún está por definir el protocolo a seguir. Se sigue la norma de que cualquier juego que implique contacto físico o intercambio de objetos no es recomendable, aunque podría admitirse siempre y cuando se produzca una desinfección entre cada intercambio.
El deporte ha sido el mayor sentenciado por en las clases, pues las actividades fuertes producen exhalaciones más profundas y requieren de mayor distancia de seguridad. Es por ello que se ha estipulado que solo se permita el deporte de baja intensidad, manteniendo al menos cinco metros de separación entre alumnos.
Algunos comedores también deberán adaptarse a la nueva normativa de seguridad, sobre todo si se trata de un autoservicio. Se deberá equipar con pantallas de protección entre los cocineros y los estudiantes, y se insta a que se implanten en zonas de recreo para formalizar una especie de picnics al aire libre.