Métodos tecnológicos para transmitir confianza al cliente y atraer más turistas

Además de la hostelería, no cabe duda que el turismo es uno de los grandes damnificados tras el paso del coronavirus, proclamando medidas radicales de cierre de fronteras y relegando los viajes al olvido. Por fortuna, y tras avanzar en el combate contra el contagioso virus, en julio se habilita de nuevo el turismo extranjero. España, según se obtiene de los últimos datos de reservas de las principales webs de viajes, es el destino preferido por los europeos.
No obstante, hay que tener presente que la conciencia colectiva ahora no elige su próximo destino tanto por que sea económico o preferido, sino por la seguridad que transmite ante posibles contagios. Se trata de encontrar un punto intermedio entre la flexibilidad y la seguridad que, junto al precio final, marcarán la decisión final del turista respecto a cuál será su destino vacacional elegido.
Ese aspecto de la seguridad va de la mano con la tecnología implantada en cada país, garantizando que los espacios sean lo más seguros posibles. Todos los sectores se han ido adhiriendo al auge de los nuevos métodos tecnológicos para fomentar esa idea.
Así, los aeropuertos se han equipado con controles de temperatura corporal mediante cámaras térmicas o termómetros de alta sensibilidad, además del uso de métodos biométricos para rastrear a los viajeros en tiempo real por si alguno presenta síntomas del COVID-19.

Pulseras inteligentes al servicio de la seguridad

En Florencia, donde reside la Catedral de Santa María del Fiore Duomo, se ha implantado un sistema muy original para el control de las distancias de seguridad, equipando a los visitantes con una pulsera que parpadea, vibra y emite un sonido cuando detecte a otra pulsera a menos de dos metros de distancia. Este mismo gadget se ha repartido también en grandes empresas preocupadas por el día a día de sus empleados.
Pero se puede ir aún más lejos. Fitbit, la conocida compañía especializada en pulseras de deporte, ha comunicado que está en fase de crear pulseras capaces de detectar los síntomas del coronavirus en su portador. Esta empresa pertenece al gigante Google, y ha abierto este proyecto de forma conjunta a un grupo de investigadores de la Universidad de Stanford para implementar algoritmos capaces de detectar los síntomas del COVID-19.
Proxxi, otra empresa del sector de las pulseras electrónicas, está abocada en crear una pulsera similar que vibra cuando detecta otra cerca o -y esto es lo más innovador- cuando detecta a otra persona, aunque esta no lleve equipada dicha pulsera. Lo hace mediante un sensor de calor muy sensible que identifica cuando se trata de una persona (por tamaño) o cuando de otro elemento (una mascota, por ejemplo).

Alternativa al turismo presencial: el virtual

Otro de los avances que tanto nos está aportando es el auge de la realidad aumentada, capaz de entablar un puente que reduzca el distanciamiento físico tan acusado y de dotar así a la comunicación telemática de la ansiada y tan necesaria sensación de cercanía.
Es aquí donde Arkikus ha implementado un sistema tridimensional de alta definición donde los usuarios podrán caminar por un entorno virtual vivo donde poder entrar en determinados sitios, admirar sus monumentos e incluso interactuar con algunos elementos. La primera versión de su herramienta recorre el Castillo de San Vicente en La Rioja, el Convento de Santa Catalina en Álava y las calles de Vitoria-Gasteiz, pero no como están hoy, sino como era en el año 1850. Es como volver al pasado, viendo todo reconstruido y tal cual estaba en aquella época.
La ciudad de Herrenberg, por su parte, ha llevado a cabo un proceso de digitalización integral de todos los lugares emblemáticos de su localidad para que los turistas puedan recorrer de forma virtual y con la realidad aumentada sus monumentos emblemáticos e iglesias.
Si a estos nuevos métodos les sumamos el uso de robots para minimizar el riesgo de contagio, la solución ofrecida transmite una seguridad sin igual. Son ya varios los establecimientos de ocio y hoteleros los que presentan amigos robóticos para atender y gestionar determinados procesos con los clientes.
Y no debemos irnos muy lejos para poder admirar esta tecnología, pues mismo aquí, en España, un bar ubicado en la Cuesta del Rosario (La Gitana Loca) ha implantado un robot camarero capacitado para servir cervezas a los clientes. Ha sido creado por Macco Robotics, cuenta con ruedas para desplazarse y está pensado equipado con una TPV virtual para pagar con tarjeta, además de un lector de DNI para comprobar que el cliente es mayor de edad.

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