06/05/2020
La pandemia actual que nos azota está suponiendo un desafÃo continuo en nuestros hábitos, sobre todos los derivados a la privación de libertad para salir al exterior. Esto acarrea múltiples consecuencias, como no poder circular libremente, cancelación de todo tipo de eventos culturales, cambios en la forma de trabajar, cómo socializar con el resto, etc. Es aquà donde entra la tecnologÃa para ayudarnos, un sector que, si bien estaba en alza y siempre nos acompaña, ahora ha saltado a la fama por ser casi la única herramienta sobre la que apoyarnos.
Los teléfonos inteligentes nos mantienen informados de forma continuada, avisándonos de nuevas noticias sobre la pandemia por grupos de chat en tiempo real y permitiéndonos consultar noticias actualizadas con solo mover dos dedos. Además, desde allà ejecutamos compras online, nos ofrece aplicaciones para seguir trabajando a distancia y que los niños puedan dar sus clases de forma telemática, nos ofrece catálogos de pelÃculas y series por plataformas de streaming y, por supuesto, nos da la facultad de poder hablar e incluso ver a nuestros familiares y amigos.
Si echamos la mirada hacia atrás y pensamos en hace cinco décadas, este confinamiento hubiera sido muy distinto. Entonces solo existÃa la lÃnea de teléfono fija que, además, estaba poco extendida en las viviendas. La televisión tenÃa tres o cuatro canales y con una programación escueta y mucho menos diversa que ahora. El avance del móvil como herramienta básica al igual que un reloj o un anillo, ha supuesto un avance sin precedentes del que, a veces, no somos ni siquiera conscientes.
El smartphone, la plataforma que los comercios eligen
Son muchas las páginas webs que se han percatado de esta verdad y se han montado al tren de explotar su uso durante este confinamiento en el que los productos se adquieren única y exclusivamente online.
AsÃ, hay plataformas que han dispuestos descargas electrónicas de libros, mientras que las principales televisiones por cable han abierto sus canales y catálogos privados a todo el público. Los colegios y las universidades han incrementado la potencia de sus campus virtuales para continuar con la enseñanza y se han desarrollado múltiples aplicaciones que intentan entretener a los más pequeños de la casa, apoyado con plataformas de juegos online que han aumentado sus catálogos para ofrecer mayor divertimento a todos. Las gestorÃas recurren también a este medio para ofrecer información básica ante la inestabilidad reinante y varios medios de comunicación han abierto parte del contenido que tenÃan premium para que pueda ser leÃdo por todo el público. Múltiples ideas que buscan ayudar de forma altruista como pueden ante el mal que padecemos en conjunto, haciéndolo siempre teniendo presente que el teléfono móvil es y será nuestra sombra amiga, la que nos permite salir más allá de las barreras de nuestra casa con el exterior.
Esto está provocando de forma inconsciente que nos preguntemos hasta qué punto necesitamos salir de casa. Muchos de los desplazamientos que se hacen a diario son meros hábitos que ahora se ven innecesarios del todo. ¿Para qué ir a comprar ropa o cualquier otro artÃculo, si me pueden traer la compra a casa? ¿Para qué salir a comprar el periódico, si puedo leerlo online? ¿Leer un libro? Fácil, al alcance de un par de pulsaciones sobre la pantalla…
Este paradigma está suponiendo un reto para la rama mental, y es que, habrÃa que intentar ser equilibrado en las tomas de decisiones que se hagan. No hay que renunciar a salir al estar atraÃdos por la facilidad y -sobre todo- seguridad de nuestra casa al poder hacerlo todo vÃa telemática.
No obstante, el progreso es inevitable, y lo que las predicciones aventuraban, ahora se está cumpliendo merced a la cuarentena. AsÃ, son varias las empresas que están cambiando su método de trabajo hacia el teletrabajo, con el consecuente ahorro de costes, sobre todo ahora que en breve entrará a funcionar la nueva y veloz red de quinta generación.
Lo cierto es que, aunque poseer una tecnologÃa capaz de facilitarnos tanto el dÃa a dÃa es algo que debemos abrazar con alegrÃa y arroje, tenemos que ser también capaces de distinguir esa delgada lÃnea del aislamiento insano. Las personas necesitamos salir e interactuar con otra gente de forma fÃsica, es un hecho inherente de los humanos, que son a fin de cuenta animales de grupo.
A veces, uno tiene la sensación de haber vivido esto en el guion de una pelÃcula futurista en la que robots hacen nuestras labores cotidianas mientras nosotros nos dedicamos a estar conectados a una red de diversión casi las 24 horas del dÃa. No obstante… aún le falta mucho al móvil para llegar a eso. ¿O no?